Ade Argüello y Ángela García han unido talento y visión para fundar un proyecto independiente que transforma la enseñanza del arte en la ciudad y atrae a una comunidad internacional de creadores
José Roberto Morales Ochoa, colaborador La Voz de Michoacán
La ciudad de Morelia es una ciudad con una agenda cultural diversa, amplia y de excelente calidad, que la conforma día con día como un lugar que apuesta por el desarrollo de la cultura, y desde luego también una ciudad propicia para el emprendimiento cultural, y que, aunque represente ello algunas dificultades y retos – como toda actividad de iniciativa independiente– hoy nos encontramos ante un ejemplo destacado que en este reportaje trataremos de darte a conocer como una opción más. Si para ti lo que interesa es el mejoramiento técnico en pintura y el conocer una comunidad dedicada a compartir con otros artistas el gusto por la producción de las artes visuales.
Tras recibir información en redes de Instagram y Facebook me sentí muy interesado por conocer un proyecto titulado Ave Studio, que por sus siglas revelaba su vocación en Artes visuales y escultura. Ante dicha intuición, acudí a una cita para realizar esta entrevista muy cerca del cruce de Camelinas y boulevard García de León, a tan solo unos pasos, en el domicilio de Salubridad y Asistencia SN, en Col. Cinco de Diciembre, 58280 Morelia, Mich.
Arribé a un espacio sombreado y muy blanco, por fuera tenía aspecto de bodega, pero por dentro fui sorprendido por un espacio bellísimo, lleno de color y talento. Llegué silencioso, tomando fotos de un demo artístico, actividad que se impartía en ese momento, en el que el artista invitado mostraba su técnica entre los ojos de los asistentes a su taller.
Fotografía: Fachada de “Ave Studio”, acuarela sobre papel, (Crédito: Alondra Vitae)
Ahí fui recibido por Ade Argüello, directora y fundadora del proyecto, quien de inmediato me dio un recorrido por el espacio, contándome acerca de su operación y fundación, de las bondades de las instalaciones, su equipamiento profesional, así como de la planta de asistentes, entre ellos pintores de muy avanzado nivel, así como otros con muy poco tiempo de práctica. Pero todos ellos reunidos por el interés de aprender pintura y adquirir de los mejores, el mejoramiento técnico de ella.
El concepto de Ave Studio (que significa Artes Visuales y Escultura, y también juega con el nombre de su fundadora) se basa en tres pilares: la enseñanza sólida de la técnica, la creación de comunidad y la dignificación del proceso de aprendizaje.
Al frente de este semillero artístico se encuentra Ade Arguello, una mujer cuya vida ha estado marcada por los pinceles y la pedagogía. Formada como licenciada en Educación por el Motolinia, cuenta con una especialidad en Psicomotricidad. Ade nos comparte que siempre pintó, pero fue durante la pandemia cuando, al "desempolvar su caballete" en el despacho de su esposo, reavivó una pasión que hoy ha girado en convertirse en un proyecto de vida.
"Mi visión era dignificar un poquito la manera de enseñar" – explica Ade durante una pausa en su taller. Sobre su vocación nos comparte que: a los siete años, un libro sobre Frida Kahlo le reveló el poder del arte para transmitir sentimientos. Tras la pandemia, tomó talleres con maestros como Agustín Torres, Alejandro Rosenberg y Omar Ortiz, notando un avance significativo que quiso compartir.
Con este impulso es que viene la intencionalidad de generar el espacio que ahora compartimos. Así, hace año y medio, inauguró Ave Studio en enero 2024, con un taller del maestro argentino Ale Rosenberg. "Fue maravilloso porque en una semana vendimos todos los lugares. La mayoría de las personas que venían, el 70%, eran de fuera" – comenta con emoción – “Desde entonces, hemos recibido a estudiantes de Tijuana, Estados Unidos, Querétaro y diversas partes de la República, así como a maestros internacionales como: Alejandro Barrón, Patricia Guzmán, Mauricio López, Carolina Pavia, Jeannine Xochicale, Antonio Castelló, desde España, y Melissa Calabria, desde Argentina”, entre otros.
"Adoramos el arte figurativo", afirma Ade. Junto a su socia, Angie García, han orientado el proyecto hacia un aprendizaje integral. "El arte se sostiene de cuatro pilares, y uno de ellos es el oficio. ¿Y qué hay en el oficio? Técnica", asegura.
Este enfoque se materializa en talleres intensivos y clases trimestrales de óleo, acuarela, dibujo y, recientemente, escultura con el maestro Ricardo Lesant. Las clases, lejos de ser meramente prácticas, incluyen teoría del color, historia del arte y el cuidado de los materiales, desde cómo lavar un pincel hasta identificar pigmentos tóxicos.
Un Proyecto que creció gracias a la suma de talentos
El estudio no sería lo mismo sin la figura de Ángela García, la socia que complementa a la perfección el perfil de Ade. Angie, fotógrafa y creativa autodidacta, se encarga de la parte administrativa y de comunicación y de la parte creativa de la difusión. "Para mí Ave Studio es compartir", dice Angie. "También Ade menciona mucho lo de dignificar el arte y al artista, sobre todo. Y creo que eso también es un valor que a las dos nos ha unido".
Ángela García es cofundadora de Ave Studio, un proyecto independiente que nació del amor compartido por el arte y la convicción de dignificar tanto la enseñanza como la práctica artística. Su papel dentro del estudio combina la gestión administrativa con una sensibilidad creativa que la ha llevado a involucrarse en múltiples áreas, siempre con la visión de sostener y dar forma a un espacio que crece de manera orgánica.
Autodidacta por vocación, Ángela ha explorado la fotografía, la pintura y más recientemente la acuarela; disciplinas en las que se ha formado a partir de la curiosidad y la necesidad de expresión. Su acercamiento al arte – nos confiesa - no responde a un camino académico tradicional, sino a un proceso de búsqueda personal que la ha llevado a experimentar con técnicas diversas y a valorar la enseñanza compartida por otros artistas.
En Ave Studio, Ángela encarna dos valores esenciales: dignidad y compartir. Para ella, el arte es un núcleo vital que no solo se aprende y se enseña, sino que también se vive en comunidad. Su mirada reconoce los miedos y dudas que acompañan a quienes se acercan a nuevas técnicas, y celebra la manera en que el aprendizaje colectivo transforma esas inseguridades en confianza y creatividad.
Más allá de su rol como gestora y creadora, Ángela se distingue por su capacidad de tejer comunidad, de acompañar procesos y de sostener un proyecto que, en sus palabras, “ha sido una brújula” para ella y su socia.
Juntas han formado un equipo sólido que ha permitido al proyecto crecer a un ritmo acelerado, actualmente están conformando una comunidad multigeneracional de más de 50 personas, y de más de 15 asistentes en cada uno de los 12 worshops. Recientemente, se cambiaron a un nuevo espacio en Batalla de la Angostura 107, en la colonia Chapultepec, con la visión de ampliar su oferta para incluir talleres infantiles.
Sin lugar a dudas Ave Studio es un proyecto único que lleva consigo una programación sostenida también en talentos fuertes del país y fuera de él, donde el valor comunitario se siente constante y muy dinámico. Ave Studio es más que un taller; es un testimonio de que, con técnica, comunidad y una visión clara, el arte puede ser un vehículo poderoso de crecimiento personal y conexión humana. Un espacio donde más allá de las generaciones se encuentra un lugar para crear, aprender y, sobre todo, pertenecer.
Fotografía: Vista general del estudio (Crédito: José Roberto Morales Ochoa)
José Roberto Morales Ochoa, es agente cultural, con especialidad en museografía, exposiciones y centros culturales.
Instagram: @jrobertomorales
Email: imrobertomorales@gmail.com
 
                 
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                     
                     
                     
                     
    