Morelia, Mich., a 27 de septiembre.- La IV Feria Internacional del Libro y la Lectura de Morelia arrancó con la presentación de “Fabricación”, la más reciente investigación del periodista Ricardo Raphael. El autor llevó al público a través de los pliegues del llamado caso Wallace, una historia que, a dos décadas de distancia, sigue marcada por la impunidad y las dudas.
El caso Wallace, uno de los más polémicos de la historia reciente de México, se originó con la desaparición de Hugo Alberto Wallace Miranda en 2005 y ha generado una gran controversia debido a numerosas irregularidades y acusaciones de fabricación de pruebas. Tras la muerte de su hijo, Isabel Miranda de Wallace se convirtió en una figura pública que luchó contra el secuestro, aunque su credibilidad ha sido seriamente cuestionada.
Raphael recordó que fueron más de 130 mil páginas de expedientes judiciales las que revisó durante cinco años de investigación. “Los expedientes jurídicos en México suelen ser la peor literatura, cargada de trampas, mucho más ficciosa a veces que la propia ficción. El caso Wallace es un ejemplo: victimarios que se volvieron víctimas, y víctimas que se volvieron victimarias”, expresó.
El periodista narró cómo la figura de Isabel Miranda de Wallace se levantó con espectaculares y conferencias de prensa que generaron admiración, pero detrás de ese relato encontró otra historia. “Hacerse pasar por víctima, hacerse pasar por un familiar de un desaparecido o secuestrado en un país poblado por víctimas, creo que en México es una de las peores cosas que uno podría hacer”, señaló.
Raphael explicó que la primera grieta en el relato oficial apareció en televisión nacional, cuando cuestionó la identidad del padre biológico de Hugo Alberto Wallace. “Si la señora Wallace fue capaz de mentirme en televisión nacional, en horario estelar, sobre el nombre del padre de la víctima, mi pregunta fue obligada: ¿qué otras mentiras habría sido capaz de decir?”, relató.
El autor también criticó el papel de los medios y de los gobiernos de aquel tiempo. “Si Felipe Calderón no le hubiera entregado las llaves del Estado mexicano para que ella hiciera lo que le viniera en gana, incluido instalar comisiones antisecuestro, su lugar en la historia no se habría resuelto como se resolvió. Y si los medios de comunicación no hubieran caído a sus pies como cayeron, con esta imagen de madre coraje, tampoco habría tenido esa fuerza. Nos volvimos cómplices, al punto de renunciar a hacer periodismo”, dijo.
En ese sentido, Raphael insistió en que su libro no sólo denuncia, sino que busca evitar la repetición de estas “verdades fabricadas”. “No estoy nada más relatando el asunto: ahí están los documentos. Pudieran regresar sobre sus pasos y hacer mea culpa, no por buena voluntad, sino para que no se vuelva a repetir nunca”, agregó.