La Cámara de Diputados fue escenario del foro académico “La Música en el desarrollo de las infancias, retos y alcances”, donde diputadas, ponentes y representantes de instituciones manifestaron que la música y las expresiones artísticas y culturales desempeñan un papel importante en la educación porque ayudan en el desarrollo cognitivo, emocional y lingüístico en niñas y niños.
Este foro se ubica en el contexto de las iniciativas presentadas por la titular del Ejecutivo Federal que proponen el establecimiento de coros vocales en las escuelas, y en el impacto que tendrían en la vida del alumnado.
La presidenta de la Comisión, diputada Elizabeth Martínez Álvarez (PAN), dijo que un coro no solo es un conjunto de voces sino una escuela de ciudadanía donde en cada ensayo o nota compartida hay disciplina, colaboración, identidad y respeto.
Por ello, dijo, garantizar el acceso de niñas y niños a la cultura no es una inspiración sino una obligación constitucional y como legisladoras y legisladores se debe trabajar en generar las condiciones legales, institucionales y presupuestales para que ello sea una realidad cotidiana y no solo una excepción.
Señaló que impulsar este tipo de coros construye un legado cultural que es base fundamental para entender por qué los derechos culturales de la infancia son un componente esencial del desarrollo humano y bienestar colectivo.
“El bien común no es una idea abstracta, es una realidad que se construye con políticas públicas, leyes justas y presupuestos sensibles, pero también con coros como los que hoy escuchamos porque donde hay arte hay comunidad, donde hay cultura hay futuro, donde se escucha la voz de la infancia se honra la democracia”, agregó.
Informó que la iniciativa que acompaña este foro, realizado a propuesta de la diputada María Fabiola Karina Pérez Popoca (Morena), ya se encuentra en proceso de dictaminación y se está trabajando de manera coordinada con todas las fuerzas políticas para construir consensos necesarios y lograr su aprobación a la brevedad.
En tanto, la diputada Pérez Popoca explicó que las dos iniciativas presentadas por la presidenta de la República forman parte del marco de pacificación y la cultura de la paz, por lo que agradeció que en la construcción de lo que se busca dictaminar no se ve una cuestión partidista, sino el bien jurídico tutelado de la educación y la niñez.
Precisó que las reformas a la Ley General de Educación buscan que “México cante”, sin condiciones de algún tipo, con libertad de expresión para todos y sentido de respeto a la identidad, especialmente de las comunidades indígenas y afromexicanas.
Sostuvo que el ejercicio legislativo lleva a armonizar un marco jurídico, y a un reto presupuestario para pasar del dicho al hecho a través del impulso verdadero a la cultura y donde los recursos alcancen y no se quede solo en presentaciones o cuestiones de folclor.
La diputada Ana Erika Santana González (PVEM), secretaria de la Comisión de Cultura, resaltó que la música desempeña un papel muy importante en la educación infantil, integración en el aula y promueve su desarrollo cognitivo, emocional, lingüístico y motor. Asimismo, el arte permite sentir y percibir la vida con mayor profundidad y las niñas y niños se vuelven empáticos, comprensivos y mejores seres humanos.
Intervención de ponentes
Verónica Hernández Tapia, directora académica de la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP, comentó que las artes permiten crear relaciones con el mundo, atienden tanto lo reflexivo como lo afectivo, abren caminos para construir una mejor relación con la comunidad desde los sensible, plural y político, como lo señala el Plan de Estudios 2022. “La música tiene beneficios múltiples y comprobados”.
A su vez, Guillermina Pérez Suárez, coordinadora nacional de Desarrollo Cultural Infantil, manifestó el compromiso de la Secretaría de Cultura para que a partir de la música se promuevan proyectos, se garantice el acceso a la vida cultural de las comunidades y se impulse a niñas, niños y jóvenes como portadores del patrimonio inmaterial y participantes activos de la construcción cotidiana de sus propias identidades.
La coordinadora de Incidencia Política y Temas Globales de Save the Children México, Patricia López Cárdenas, dijo que lo que está en juego con esta iniciativa no solo es una actividad artística sino el acceso efectivo de niñas, niños y adolescentes al arte, la expresión, la emoción y el reconocimiento de su voz como parte del tejido social para la cultura de paz; sin embargo, enfatizó, no basta con establecerlo en la ley, hay que darle fuerza desde la política pública para que no se quede en el papel y tenga un impacto real.
La directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México, Tania Ramírez Hernández, destacó que hablar de música para niñas y niños es parte de su desarrollo integral y cultural, ya que les ayuda a la salud mental, establece una dimensión de educación para la paz y derechos humanos, así como la creatividad, promueve y propicia el desarrollo artístico, garantizándoles el derecho a la participación.
Marisol Gasé, exdiputada y activista cultural, señaló que la música ayuda al desarrollo emocional y cognitivo, mejora la memoria. Puntualizó que más del 50 por ciento de las escuelas públicas carecen de acceso sistemático a actividades artísticas, especialmente musicales y esto se agrava en comunidades rurales en contextos de marginación y donde la riqueza musical propia enfrenta el riesgo de extinguirse o desaparecer.
María del Carmen Ontiveros Serna, representante de la Escuela Superior de Música, recordó que con la llegada de los españoles el arte fue una parte importante, al fundarse la primera escuela de música en 1523, en Texcoco. Admitió que como maestros tienen retos y compromisos para dar continuidad al avance de las bellas artes; “el objetivo es formar profesionales en ámbitos de creación, producción, difusión y búsqueda del hecho artístico y del proceso creativo”
El directivo de la escuela de San Andrés Cholula, Puebla, Israel Salas, dijo que los coros comunitarios no son un gasto sino una inversión de paz a largo plazo, ya que invertir en música para las infancias es formar generaciones más sensibles, cooperativas y felices. Celebró la realización de este foro en un momento histórico en el que la presidenta de la República ha puesto a la cultura, la equidad y el desarrollo de la infancia en el centro de su proyecto de país.
El escritor y juglar contemporáneo, Martín Corona Alarcón, consideró que debemos resignificarnos y darle voz a las infancias para que sean depositarios de sus voces y que en un momento ayuden a conformar nuevas identidades fincadas en nuestras raíces de nación y sus culturas. En su opinión la música es esencial para las niñas y niños pues el juego, el canto y el tarareo se hace todo el tiempo.
Posteriormente, el coro de mujeres náhuatl “Xóchitln Wan Cuícatl” y el Coro Infantil estado de Puebla Topilwan Mokwikatia interpretaron diversas piezas entre las que sobresalieron “Bésame Mucho”, de la autora Consuelo Velázquez y la canción infantil “Witsi Witsi Araña”, cantada en náhuatl.
Al concluir, se entregaron reconocimientos a las y los niños, a los directores musicales y operativos de los coros, a participantes en el foro, así como a integrantes de la Comisión de Derechos de la Niñez y la Adolescencia y funcionarios asistentes.