Morelia, Michoacán
Un reporte anónimo sobre menores de edad presuntamente en riesgo llevó a la detección de un caso de persona acumuladora de basura, que, tras diversas vicisitudes, ha comenzado la labor de retiro de los desechos.
En el sitio, habitan siete personas, tres de las cuales son menores de edad, en una vivienda con un área de alrededor de 60 metros cuadrados, donde se presume se concentran entre 100 y 120 toneladas de basura.
De acuerdo con Gerson Hernández Zavala, adscrito al área de Protección, del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Morelia, una vez que se observó que los menores de edad presuntamente en riesgo se encuentran en buenas condiciones, se identificó que el propietario de la vivienda enfrenta acumulación compulsiva de basura.
“Una vez que detectamos el problema que realmente se tenía, empezamos los acercamientos con el propietario del inmueble y su familia para hacerles ver que la acumulación de basura genera focos de infección, no corresponde a condiciones de vivienda dignas y se necesita atención psicológica, porque la acumulación es una enfermedad, no es sólo resultado de que los vecinos le obsequien a la persona sus desechos y esta los guarde”, expresó.
Este trabajo finalmente tuvo sus frutos cuando trabajadores del DIF Morelia y las direcciones de Residuos Sólidos y Derechos Humanos ingresaron al inmueble, con el acuerdo de únicamente extraer los materiales de desecho y hacerlo en diferentes jornadas, con el propósito de que el propietario del inmueble pudiese disponer de tiempo para vender aquellos materiales reciclables recuperables, como plásticos, cartón, metales y vidrio.
Tras reiterar que en el inmueble habitan siete personas, indicó que además se tendrá la intervención del Instituto Municipal de Protección Animal (Impa), para atender a al menos dos lomitos y dos michis que viven en la propiedad, y la Policía de Morelia, para resolver la situación de un vehículo aparcado en el exterior del inmueble y que también es utilizado para acumular basura.
Precisó que en un primer momento se procederá al retiro de la basura y la limpieza de la vivienda, en los términos acordados con el propietario de la misma.
Posteriormente, se efectuará el acompañamiento psicológico a la persona acumuladora para prevenir que reincida en esta conducta y visitas periódicas por parte de trabajo social para constatar que los menores de edad continúan en buenas condiciones, sin experimentar violencia, asistiendo a la escuela y residiendo en un espacio de la casa que no está invadido por la basura.
Plan de trabajo
Sólo las tareas necesarias para extraer las hasta 120 toneladas de desechos que se calcula se concentran en la vivienda tomarán alrededor de seis semanas, precisó el jefe de Inspectores de la Dirección de Residuos Sólidos, José Magaña Olivo.
Y es que, mencionó, la pretensión es hacer una jornada de limpieza por semana para retirar la mayor cantidad de basura posible en cada una de las intervenciones y finalizar con el lavado y desinfectado del inmueble.
En la primera jornada de limpieza, desarrollada este jueves, participaron una brigada de trabajadores, con la disposición de un minicargador, cuatro camiones de volteo y materiales e insumos de limpieza.
La meta es trasladar retirar alrededor de 28 toneladas de basura.
Indicó que en el curso de esta semana se tendrá la visita de personal del Impa y de la Policía de Morelia para dar seguimiento a los lomitos y michis, así como el vehículo utilizado para contener más basura.
Magaña Olivo precisó que en los últimos días se han recibido alrededor de cinco reportes de personas que acumulan basura en sus viviendas, los cuales están en curso de atención.
La media de incidencia de reportes de personas acumuladores es de cinco en un mes.
Acumular para sobrellevar
Por su parte, el propietario pidió disculpas por la práctica de acumulación de basura y las afectaciones que esta ha podido ocasionar a sus familiares y vecinos.
Explicó que anteriormente laboraba en los tianguis, actividad que aprovechó para recoger algunos materiales que pudieran reciclarse y generarle ingresos adicionales.
Sin embargo, en el desempeño de sus labores sufrió una caída, que derivó en una lesión en uno de sus pies, misma que se agravó y le impidió retornar a su trabajo ordinario.
Comentó que se encontró en una condición complicada, sin trabajo, sin ingresos y con la necesidad de atender a su familia, por lo que continuó recibiendo la basura que sus vecinos le entregaban, en busca de materiales que pudiera reciclar para y vender.
Si bien esperaba en algún punto recuperarse lo bastante como para reanudar sus actividades productivas, diversos padecimientos se sumaron a su condición y le dificultaron el cumplimiento de este objetivo.
“Pido disculpas porque sin querer o como haya sido, he estado acumulando basura. Acepto que sí se juntó basura, a lo mejor se me salió de control, incluso he tenido problemas con mi esposa y le he pedido que me espere un poco, que ya voy a empezar a sacar las cosas, he pedido ayuda a los trabajadores del municipio, nunca se negaron, en mi situación actual no puedo trabajar, me quedé sin chamba y necesito que alguien que me pueda escuchar, me ayude con lo que sea para yo poder cambiar de vida y mejorar mi situación”, expresó.