El mandatario estadounidense realizó un tour tras la inauguración junto con con la secretaría de Seguridad Nacional y el gobernador de Florida.
Este martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inauguró el conocido “Alligator Alcatraz”, un centro de detención para migrantes que, de acuerdo a los funcionarios, fue construido en una semana.
El mandatario estadounidense visitó el centro con la secretaría de Seguridad Nacional, Kristi Noem. Asimismo, fue acompañado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien lo calificó como un trabajo “hermoso”, y agregó que podría ser un modelo para el resto del país.
“Creo que esto es un modelo, pero necesitamos que otros Estados también den un paso al frente”, declaró Trump.
Previo a su visita, Donald Trump bromeó a la prensa sobre los futuros prisioneros que tiene planeado ingresar.
“Les vamos a enseñar a huir de un caimán. No corran en línea recta, corran así”, expresó Trump mientras hacía gestos de zigzag con su mano.
Nombrado en referencia a la antigua prisión en San Francisco, “El Alcatraz de los Caimanes” está ubicado en una zona subtropical remota del Parque Nacional de los Everglades, a unos 60 km de Miami. Este centro temporal estará rodeado por caimanes, cocodrilos y pitones, mecanismo que pensaron los funcionarios para impedir que los prisioneros se escaparan.
Las autoridades locales utilizaron las instalaciones del viejo Aeropuerto Dade-Colier, el cuál se tenía planeado construir desde hace décadas, e iba a ser cinco veces mayor que el JFK de Nueva York. Sin embargo, fue suspendido debido a las protestas ambientales, las cuales luchaban por proteger el frágil ecosistema de la zona.
Para la instalación del centro, se levantaron carpas de lona para albergar aproximadamente a 5 mil inmigrantes, quienes contarán con camas y lavados portátiles durante su detención. Se calcula que el centro costará 450 millones de dólares anuales, dentro del cual el estado de Florido se hará cargo de los costes de la instalación, y posteriormente presentará solicitudes de reembolso a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Este centro ha provocado indignación entre los críticos de la política migratoria de Trump por considerarlo inhumano, y señalando que la mayoría de los migrantes detenidos no tienen antecedentes penales. De igual manera, aseguran que el centro podría violar leyes nacionales y federales de protección.
Por otra parte, ecologistas ha mostrado descontento por la construcción debido a que se encuentra en un ecosistema frágil, lo cuál podría afectar a las especies del lugar.
Ante ello, varias personas salieron a protestar cerca del centro con carteles y pancartas, mientras gritaban con megáfonos frases como “Alligator Alcatraz: Decimos no” o “No odio, no miedo, todos son bienvenidos”.
Fuente: El País