Como resultado de la cumbre que mantuvieron Xi y Trump en Busán (Corea del Sur), las dos mayores potencias mundiales anunciaron varios acuerdos

Washington, EUA. El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, aseguró este miércoles que su país ha decidido retrasar un año la aplicación de unas restricciones de exportación para empresas chinas a Washington a cambio de la decisión de Pekín de aplazar también las restricciones sobre tierras raras tras la cumbre entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping

«Vamos a suspenderlo durante un año a cambio de la suspensión del régimen de licencias de tierras raras», aseguró Bessent en una entrevista concedida a la cadena Fox Business, en la que fue preguntado por la llamada «lista de entidades» que maneja el Gobierno estadounidense para limitar el acceso de compañías a bienes estratégicos, como semiconductores avanzados.

El pasado 29 de septiembre, el Gobierno de Donald Trump anunció una ampliación de dicha lista para incluir también a subsidiarias cuya propiedad mayoritaria (el 51 % de participaciones o más) recaiga en manos chinas si la empresa matriz ya está sancionada.

«Es muy interesante ver qué era lo más importante para China y qué les estamos dando en respuesta. Y, obviamente, la lista de entidades con restricciones a la exportación era muy importante para ellos», añadió Bessent en la entrevista.

Bessent también aseguró que por el momento han quedado suspendidas también unas restricciones y tarifas punitivas producto de una investigación estadounidense sobre competencia desleal de armadores y empresas de logística chinas.

Estos castigos implicaban, por ejemplo, tasas en puertos estadounidenses para buques de propiedad, operación o construcción china. También propusieron que el Gobierno de Trump estudiara aplicar aranceles adicionales a contenedores maritímos o grúas pórtico fabricadas en el país asiático.

Como resultado de la cumbre que mantuvieron Xi y Trump en Busán (Corea del Sur), las dos mayores potencias mundiales anunciaron varios acuerdos que suponen una cierta desescalada en su guerra comercial, con rebajas arancelarias, levantamiento de restricciones a exportaciones y el acercamiento en asuntos como la guerra de Ucrania.