Morelia, Michoacán
Devotos y peregrinos arriban al Santuario Guadalupano, para expresar su fe hacia la Morena del Tepeyac, en su día especial.
Caracterizados como indígenas y guares, llegaron sosteniendo en hombros o sobre sus manos imágenes de la Guadalupana y ofrendas para agradecer y pedir las gracias que necesitan.
Integrantes de sindicatos y empresas, familias y grupos de amigos, vecinos de colonias y comunidades, y artistas y trabajadores de la escena nocturna, recorrieron la calzada de San Diego para ingresar al Santuario Guadalupano.
Al son de la música tradicional y el baile, también arrodillados o simplemente en recogimiento los fieles honran a la Virgen de Guadalupe.
Es una solemnidad religiosa, pero también una fiesta del pueblo, que nace y se desarrolla en las calles y en las plazas, al amor de un anafre donde se cocinan enchiladas o hierve el pozole.
Sobre la avenida Tata Vasco, las plazas Jardín Morelos y Jardín Azteca, y la calzada de San Diego se despliegan alrededor de mil comerciantes populares que, codo a codo con peregrinos, permanecieron la noche y madrugada atendiendo a quienes, a pesar del frío y las aglomeraciones, no dudaron en asistir al encuentro anual con la Virgen de Guadalupe.