El documental muestra cómo la vida cotidiana de los habitantes de la isla está profundamente ligada al agua, desde la pesca hasta el canotaje, pasando por sus tradiciones religiosas
Ashley Rodríguez / La Voz de Michoacán
Morelia, Michoacán.- Con el cortometraje "Tiempos de lluvia", la cineasta michoacana Rocío Ortiz Aguilar busca retratar la riqueza cultural, comunitaria y natural del estado, alejándose de la visión marcada únicamente por la violencia. La obra, filmada en la comunidad de Urandén, en el Lago de Pátzcuaro, se estrenará en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) con funciones en Morelia y en Pátzcuaro.
En entrevista exclusiva para La Voz de Michoacán, Ortiz expresó la relevancia de que su trabajo vea la luz en su tierra natal:
“Para mí significa muchísimo porque es poder regresar a casa de alguna manera. Es muy emocionante que el lugar donde se estrene sea justo donde se originó la historia”, afirmó.
El documental muestra cómo la vida cotidiana de los habitantes de la isla está profundamente ligada al agua, desde la pesca hasta el canotaje, pasando por sus tradiciones religiosas. Ortiz relató que ganarse la confianza de la comunidad fue un proceso largo pero enriquecedor:
“Ellos estaban acostumbrados a que los medios fueran cuando había algún problema. Lo que me decía Juan Carlos, el entrenador que me recibió, es que querían mostrar que en la isla también hay pescadores, deportistas y tradiciones. Poco a poco vieron que yo no estaba interesada solo en el canotaje como deporte, sino como forma de vida”, explicó.
La cineasta recordó que incluso documentó fiestas y procesiones, como el paseo de la virgen en el agua, lo que reforzó la cercanía con los habitantes.
“Yo creo que con eso fueron confiando en nosotros y la verdad es que a través de muchos años se construyó una relación muy bonita”, señaló.
Retos y aprendizajes
El rodaje implicó grandes retos logísticos, pues el traslado del equipo debía hacerse cruzando el lago en pequeñas canoas.
“Nuestro catering era la mamá de nuestro productor. Íbamos a grabar super temprano, dividíamos el rodaje en dos momentos del día para aprovechar la luz, y regresábamos a Pátzcuaro a descargar material y comer. Era un esfuerzo enorme”, contó Ortiz.
Sobre las lecciones que le dejó convivir con la comunidad, la cineasta destacó el trabajo colectivo:
“Para mí uno de los aprendizajes más grandes fue el trabajo en equipo. El cine se hace en colectivo, pero a veces hay relaciones tóxicas. En la isla todo era horizontal: se comunicaban todo el tiempo y se decidía entre todos”, relató.
El agua como símbolo y preocupación
La directora también reflexionó sobre la crisis ambiental que atraviesan los principales cuerpos de agua de Michoacán:
“Editar fue muy duro porque ver el cambio del lago, de un lugar donde la gente pesca y nada, a un espacio seco, me rompía el corazón. Esto no puede seguir pasando, y no solo aquí: también en Cuitzeo, Chapala y otros lugares”, advirtió.
Más allá de la denuncia, Tiempos de lluvia busca transmitir un sentimiento positivo en tiempos adversos.
“A mí me encantaría que el público se llevara esperanza. En un momento tan complejo es muy fácil rendirse, pero sí vale la pena hacer algo”, afirmó Ortiz.
El cortometraje marca además un paso importante en la carrera de la directora:
“Como directora es el primero que realizo a nivel profesional. Había hecho otros ejercicios, pero este es mi primer trabajo formal”, compartió.
Con esta obra, Rocío Ortiz Aguilar no solo presenta un retrato íntimo de una comunidad ligada al agua, sino también una invitación a mirar a Michoacán desde la fortaleza de su gente y la belleza de sus tradiciones.