En el marco de los trabajos legislativos binacionales para atender la iniciativa estadounidense que propone un impuesto a las remesas enviadas desde ese país, Olivio López, informó y reconoció el compromiso del senador Raúl Morón Orozco, quien respaldó la delegación mexicana que viajó a Estados Unidos para dialogar con congresistas y exponer el impacto económico y social que dicha medida tendría en México.

Durante las reuniones sostenidas en Washington, se logró una reducción del 5% al 3.5% en la propuesta inicial. No obstante, el compromiso del senador Raúl Morón será continuar impulsando la eliminación total del gravamen, al considerar que representa una afectación directa a los ingresos de millones de familias mexicanas.

“A pesar del avance logrado, el senador Morón mantiene su postura firme: las remesas no deben ser gravadas. El trabajo diplomático y legislativo seguirá en el Senado de EE. UU., donde aún puede ajustarse la propuesta”, señaló Olivio López.

El impacto de las remesas en la economía mexicana es significativo. En 2024, México recibió 64,746.38 millones de dólares en remesas, lo que representa el 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. En el caso de Michoacán, se registraron 5,600 millones de dólares, equivalente al 8.7% del total nacional, siendo uno de los principales estados receptores. Morelia, la capital del estado, se posiciona como el municipio con mayor captación de remesas, acumulando en 2020 un total de 642 millones de dólares.

El senador Morón expuso que imponer impuestos a estos recursos puede incentivar la migración irregular, desincentivar el uso de canales financieros formales e incluso provocar que grupos delictivos busquen intervenir en este flujo económico, debido al volumen que representa.

“Este esfuerzo no es partidista. Es un trabajo conjunto de legisladores de todas las fuerzas políticas, que representa al Estado mexicano y a las familias que dependen de estos recursos para subsistir”, reconoció Olivio López

La iniciativa, aún en proceso legislativo, fue aprobada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos y se encuentra pendiente de análisis en el Senado. Posteriormente, ambas cámaras deberán unificar criterios para una votación definitiva.