Cuando todo marcha bien, ahorrar para imprevistos parece innecesario. Pero basta con un despido, una emergencia médica o una avería en casa para entenderlo: sin un fondo de emergencia, las finanzas personales pueden desmoronarse. Este hábito, que muchos ignoran, puede marcar la diferencia entre la estabilidad y el endeudamiento.

Afortunadamente, construir un fondo de emergencia no requiere grandes ingresos, sino planificación, constancia y algunos ajustes. Aquí te explicamos cómo hacerlo paso a paso.

Cuando llegue el momento de usarlo, hazlo con la tranquilidad de que fue creado para eso. Pero no olvides reponerlo tan pronto como puedas. Puedes volver a tus hábitos de ahorro anteriores y ajustar la meta si tus circunstancias han cambiado.

Este tipo de fondo no solo cubre gastos, también te da estabilidad emocional. Saber que puedes enfrentar una emergencia sin endeudarte transforma tu relación con el dinero y te da libertad para tomar decisiones con menos presión.

Fuente: https://www.cajaarequipa.pe/