Morelia, Michoacán
Al grito de “no estás sola”, que resonó dentro y fuera del Congreso de Michoacán, se anunció la votación unánime porque Grecia Quiroz, viuda de Carlos Manzo, sea la presidenta sustituta de Uruapan.
En las afueras y en el patio del recinto se podía ver personas vestidas de blanco portando sombrero y algunos pancartas y con un minuto de aplausos, luego de la votación, despidieron al munícipe asesinado el pasado 1° de noviembre.
Previo a la votación, hicieron uso de la tribuna el diputado independiente, Carlos Alejandro Bautista Tafolla, quien culpó al gobierno y a los partidos políticos de lo ocurrido, y el priista Guillermo Valencia, quien dijo seguir los mismos ideales que Manzo y advirtió que no le importaba morir para ser silenciado.
“Hoy no vengo con un discurso vacío como muchos quizá que ls políicos acostumbran hacer, hoy vengo con un coraz´n destrozado porque me quiaron a mi compañero de vida, a mi compañero de lucha”, comenzó diciendo Grecia Quiroz.
En su discurso, dejó en claro que seguirá la misma línea que Manzo de combate a la delincuencia y advirtió a quienes lo hayan mandado matar que seguirá su legado y se mantendrá el Movimiento del Sombrero.
“Él nació para ser un grande. Él nació para ser el presidente de México, el mejor presidente que México ha tenido, porque ningún político le llegará a ese nivel. Nunca jamás en la vida nacerá un Carlos Manzo”, pronunció.
Entre lágrimas, conminó a sus simpatizantes a seguir con su legado, se comprometió a guiar por el buen camino a su hijos y a proteger a su municipio y agregó: “Apagaron su vida, pero no lo callaron, jamás lo callaron”, lo que desató una nueva oleada de gritos de apoyo.
Finalmente, recriminó al gobierno federal por querer bilndar a Uruapan hasta ahora y no cuando él pidió ayuda.
“¡Qué triste porque él lo gritó, porque él pidió auxilio! Una y otra vez, él temía por su vida, él temía por la vida de sus hijos, por mi vida, y jamás le hicieron caso”, exclamó.
Afuera del pleno, en el patio del Congreso, la esperaban sus simpatizantes con sombrero en mano gritando “presidenta, presidenta” y fuera del recinto, había más aliados con pancartas y matracas y podían observarse también algunos policías auxiliares, pero la alcaldesa salió por otro acceso, evitando así tanto a la gente como a los medios de comunicación.