Enfoque Electoral

Uno de los problemas del diseño estructural de la elección judicial es la falta de representación de las candidaturas ante los órganos ciudadanos que organizan las elecciones, desde el Consejo General del INE, hasta las casillas electorales.

Sin embargo, esta condición que se encuentra prevista en el sistema electoral tradicional, no fue posible en la elección judicial, por la necesidad de mantener a los partidos fuera de la organización de las elecciones judiciales.

Ahora bien, técnicamente, no había la posibilidad de que las candidaturas pudieran tener una representación, debido a la cantidad de candidaturas; que además podría generar una operación financiera que escaparía al condicionante de que las candidaturas sólo pueden disponer de gastos personales, pero no de financiamiento público ni privado.

Los partidos en el sistema electoral tradicional funcionan como grandes agrupadores de intereses, por lo que nuevamente insisto en que habría que explorar en que los comités de evaluación de cada poder tanto federal como estatal funcionen bajo un símil; para lo cual sería necesario un cuarto comité de evaluación ciudadano, para no dejar todo a nivel de los poderes del Estado.

Pero todo ello bajo un contexto de no concurrencia entre sistemas electorales tan diferentes.

Esta situación, que limitó a quienes fueron personas candidatas, de uno de los elementos fundamentales de toda elección, la capacidad de vigilarla en todos los niveles organizativos.

Es muy probable que esta ausencia de representatividad de candidaturas, detonara un registro histórico de solicitudes de acreditación de personas observadoras electorales, que rebasó con mucho, cualquier referente histórico; sin embargo, el gran interés por la acreditación de personas observadoras electorales no se correspondió con la participación ciudadana en las elecciones judiciales.

Inclusive las limitantes de la figura de la persona observadora electoral, en el sentido de que no pueden presentar escritos ante las casillas, sino solamente un informe al final del proceso electoral, tuvo también un impacto en la participación real de la figura de la persona observadora electoral durante la Jornada Electoral y en general durante el proceso electoral.

La legislación debería darle un papel protagonista a la figura de la observación electoral, que representa inclusive en países como Colombia un actor fundamental de presión para atender problemáticas de seguridad; pero al mismo tiempo debe tenerse cuidado de no poner a la observación electoral en un papel de vigilancia con interés hacia las candidaturas.