El 4 de julio de 2026, la UFC transformará la Casa Blanca en un octágono, marcando un evento sin precedentes en la historia de las artes marciales mixtas.
Estados Unidos.-El 4 de julio de 2026, la Casa Blanca se transformará en el escenario de un evento sin precedentes para las artes marciales mixtas. Dana White, presidente de la UFC, ha confirmado que este día se llevará a cabo una función histórica como parte de las celebraciones por el 250 aniversario de la Independencia de Estados Unidos.
Este evento único será organizado en colaboración con el presidente Donald Trump, quien ha solicitado la participación activa de su hija Ivanka en la coordinación.
La relación entre Dana White y Donald Trump se remonta a principios de los 2000, cuando la UFC enfrentaba dificultades para encontrar sedes. En ese entonces, Trump ofreció sus casinos en Atlantic City como lugares para los primeros eventos, un apoyo que fue crucial para la supervivencia de la empresa.
Trump ha sido un asistente frecuente a las funciones de la UFC, incluso asistiendo al UFC 309 en el Madison Square Garden en noviembre de 2024, ya como presidente electo. En esta ocasión, Trump no solo será el anfitrión: solicitó personalmente a Dana White que Ivanka se involucre en la planeación. White ha confirmado que las reuniones para definir la logística y el formato ya han comenzado.
Fundada en 1993 por Art Davie y Rorion Gracie, la UFC comenzó como un torneo para determinar cuál arte marcial era más eficaz. Con el tiempo, los luchadores empezaron a combinar técnicas de varias disciplinas, dando origen al estilo moderno de MMA. En 2001, Dana White asumió la presidencia tras la adquisición por Zuffa LLC. Desde entonces, la UFC ha absorbido competidores como PRIDE, WEC y Strikeforce, consolidándose como la promotora líder de MMA a nivel mundial. Actualmente, forma parte de TKO Group Holdings tras su fusión con WWE en 2023. Produce más de 40 eventos al año y se transmite en más de 165 países.
Aunque aún no hay cartelera oficial, ya se barajan nombres. Jon Jones, considerado por muchos como el mejor peleador de la historia, anunció su retiro, pero ha insinuado que podría volver para este evento. Conor McGregor, ausente desde su derrota ante Dustin Poirier en 2021, también ha expresado interés en participar. Se espera que el evento reúna a leyendas y campeones en una noche que combine espectáculo, política y deporte.
Llevar la UFC a la Casa Blanca supone un reto monumental en términos de seguridad. Aunque los detalles no han sido revelados, se prevé una coordinación entre el Servicio Secreto, el Departamento de Seguridad Nacional y la UFC para proteger a los asistentes, luchadores y personal. White ha mencionado que se están considerando múltiples escenarios, incluyendo la instalación de un octágono en los jardines presidenciales. La producción será financiada por la UFC, que mantendrá control absoluto sobre la imagen y ambientación del evento.
Uno de los cambios más significativos para la UFC es el nuevo contrato de transmisión con Paramount+, vigente en 2026.
El acuerdo, valorado en 7,700 millones de dólares por siete años, pondrá fin al sistema de pago por evento y permitirá a los suscriptores acceder a todas las peleas sin costo extra. Incluye 13 eventos numerados con títulos en juego, 30 “Fight Nights” con talentos emergentes y la transmisión simultánea de algunos eventos en CBS. El objetivo es ampliar la audiencia, reducir la piratería y consolidar a la UFC como potencia global del entretenimiento deportivo.
Dana White declaró:
“Cuando me llamó y me pidió que lo organizara, me dijo: ‘Quiero que Ivanka participe’. Así que Ivanka se puso en contacto conmigo y empezamos a discutir las diferentes posibilidades”.
Donald Trump comentó:
“Vamos a tener una pelea de UFC en los jardines de la Casa Blanca. Tenemos un montón de espacio aquí”.
David Ellison, CEO de Paramount, afirmó:
“Rara vez surgen oportunidades para asociarse de forma exclusiva con una potencia deportiva mundial como UFC”.
La UFC en la Casa Blanca no será solo un evento deportivo. Será un pronunciamiento cultural, político y mediático. En el centro del poder estadounidense, el octágono se transformará en símbolo de independencia, espectáculo y estrategia.