Humberto Castillo Mercado
Morelia, Michoacán.– El juez segundo penal tradicional de Morelia, Ramón Alcázar Basaldúa, llamó a ejercer la función jurisdiccional con ética, responsabilidad y apego a la ley, al subrayar que, cuando no existen elementos suficientes para dictar una sentencia condenatoria, se debe absolver a los procesados, aun cuando ello implique enfrentar la crítica pública.
En entrevista realizada en el juzgado penal tradicional, ubicado a un costado del Centro de Reinserción Social “David Franco Rodríguez”, el juzgador reconoció que, en algunos casos, jueces de primera instancia evitan resolver asuntos por temor a estar “en el ojo del huracán” o ser señalados por la sociedad, por lo que los expedientes son turnados a instancias superiores.
Al referirse a la situación administrativa del juzgado a su cargo, Alcázar Basaldúa informó que recibió de la anterior administración 29 asuntos rezagados, algunos con una antigüedad que se remonta a 1999, 2005, 2007 y 2008, lo que evidencia el rezago histórico en esta materia.
Explicó que la dilación en los procesos obedece a diversos factores, entre ellos el cambio constante de defensores por parte de los procesados, quienes en algunos casos han tenido hasta cinco o diez abogados distintos. A ello se suma la complejidad de expedientes con hasta ocho inculpados, así como la participación de numerosos defensores, quienes en ocasiones no acuden a las audiencias programadas.
Proyectan sala de oralidad y evidencian deterioro en instalaciones
Durante la entrevista, el juez dio a conocer que en el juzgado se tiene el proyecto de habilitar una pequeña sala de oralidad, con el objetivo de desahogar algunos incidentes relacionados con el cumplimiento de medidas cautelares, lo que permitiría agilizar ciertos procedimientos.
No obstante, reconoció que las condiciones físicas del inmueble son deficientes, al igual que las de otros juzgados instalados en la zona. Señaló que el mobiliario es viejo y obsoleto, y que en algunos casos los propios trabajadores han tenido que aportar recursos de su bolsillo para poder continuar con sus labores.
Asimismo, indicó que existen fugas de agua y que durante la temporada de lluvias el agua se filtra en algunas áreas de las instalaciones. La falta de pintura y mantenimiento general también es evidente en el edificio del Poder Judicial del Estado.
De acuerdo con empleados de varios juzgados del lugar, desde hace varios años se había solicitado apoyo para la remodelación del inmueble a la anterior administración judicial, sin que hasta el momento se haya concretado alguna intervención.
Ramón Alcázar Basaldúa, quien tomó protesta como juez el pasado 15 de septiembre y forma parte del bloque de nuevos juzgadores en Michoacán, reiteró la importancia de mantener una actitud sensible y cercana con la ciudadanía, así como de brindar un trato digno y respetuoso por parte de todo el personal judicial.