Lo que comenzó como una infracción menor terminó revelando un posible delito federal. Un joven de 17 años fue detenido en el centro de Monterrey después de que agentes municipales lo sorprendieran en una conducta inapropiada en vía pública, pero lo que realmente llamó la atención fue que llevaba consigo más de 24 mil pesos en billetes falsos.

El incidente ocurrió la noche del lunes, alrededor de las 22:40 horas, cuando elementos de seguridad patrullaban las calles Ocampo y Escobedo como parte del operativo de vigilancia “Escudo”, implementado para reforzar la seguridad en zonas estratégicas de la ciudad.

Al observar al menor haciendo sus necesidades fisiológicas en la calle, los policías se acercaron para advertirle sobre su comportamiento: fue durante una revisión preventiva que descubrieron en los bolsillos del joven 48 billetes de 500 pesos y dos de 200, los cuales presentaban inconsistencias notables, como numeraciones repetidas y tintas irregulares.

Ante el hallazgo y la imposibilidad del joven de explicar el origen del dinero, fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), al tratarse de un posible delito relacionado con falsificación y distribución de moneda falsa, competencia directa del ámbito federal.

El menor se encuentra actualmente bajo custodia mientras las autoridades investigan si existe una red mayor detrás de estos billetes apócrifos, así como su posible distribución en comercios o zonas concurridas de la ciudad.

El caso ha encendido alertas sobre la circulación de dinero falsificado en Monterrey, especialmente al tratarse de un menor, lo que plantea cuestionamientos sobre la captación de jóvenes por parte de estructuras delictivas para evadir controles y responsabilidades legales.

Las autoridades exhortan a la población y al comercio local a verificar cuidadosamente los billetes en circulación y reportar cualquier sospecha de falsificación. La investigación continúa para deslindar responsabilidades y prevenir la propagación de este tipo de delitos financieros.

Fuente: Milenio