Las exportaciones de ganado mexicano enfrentan un nuevo obstáculo tras la decisión del gobierno de Estados Unidos de cerrar nuevamente su frontera al ingreso de reses provenientes de México, medida que ya ha generado pérdidas económicas millonarias para el sector ganadero nacional.
El cierre, motivado por la detección de brotes del gusano barrenador en regiones como el centro-norte de Veracruz, ha frenado un flujo constante de exportación que alcanzaba cerca de 5,700 cabezas de ganado al día; aunque la plaga no se ha detectado en la zona fronteriza con Estados Unidos, las autoridades del país vecino optaron por restringir completamente el paso, lo que ha sido calificado por productores y autoridades mexicanas como una reacción desproporcionada.
Según estimaciones del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), las pérdidas diarias para los ganaderos podrían ascender hasta los 11.4 millones de dólares, mientras que otras fuentes, como el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), calculan afectaciones por al menos 5 millones de dólares diarios.
Luis Fernando Haro, director general del CNA, lamentó que esta medida unilateral afecte gravemente un comercio que representa una importante fuente de ingresos para el país: tan solo entre enero y la primera mitad de junio de 2025, México logró exportar poco más de 225 mil cabezas de ganado, una cifra muy por debajo de las más de 673 mil registradas en el mismo periodo del año anterior.
El tercer cierre fronterizo, anunciado el pasado 9 de julio, se da justo cuando se había comenzado una apertura gradual en puntos estratégicos como Agua Prieta, Sonora, y se preveía la reactivación en Chihuahua para el 14 de julio. Sin embargo, el nuevo brote provocó una marcha atrás en los planes de reanudación.
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Aunque el ganado continúa en territorio mexicano y no representa una pérdida total, su imposibilidad de ser comercializado ha generado una saturación en corrales y una presión económica creciente sobre los productores.
El CNA insiste en que existen protocolos de verificación sanitaria e inspección eficaces que garantizan la inocuidad del ganado exportado, por lo que exhorta a las autoridades estadounidenses a revisar su decisión bajo criterios técnicos y no de alarma desmedida.
Fuente: El Universal Online