Cada 22 de agosto se celebra el Día Mundial del Folclore, una fecha destinada a reconocer y valorar las tradiciones, expresiones artísticas y manifestaciones culturales que forman parte de la identidad de los pueblos. La palabra folclore proviene del inglés folk (pueblo) y lore (saber), y hace referencia al “saber popular” transmitido de generación en generación.
La UNESCO estableció esta conmemoración en 1960 para resaltar la importancia de preservar danzas, música, leyendas, artesanías, gastronomía y todo aquello que refleja la riqueza cultural de las comunidades alrededor del mundo.
Más allá de la celebración, este día busca concientizar sobre la necesidad de proteger el patrimonio inmaterial, que muchas veces se ve amenazado por la globalización y el desinterés en las nuevas generaciones. El folclore, sin embargo, sigue siendo una pieza clave para mantener vivas las raíces, fortalecer la identidad y promover el respeto por la diversidad cultural.