RedCofem denuncia la misoginia y narcocultura en el Jalo Fest, criticando el uso de recursos públicos para espectáculos que perpetúan violencia.
Desde la , Verónica Loaiza Servín cuestionó que el gobierno destine recursos públicos a espectáculos, como el Jalo Fest, encabezados por artistas como Carin León, quien ha expresado públicamente su gusto por la cocaína y cuyas letras, afirmó, refuerzan la misoginia, la narcocultura y la cosificación de las mujeres.
“El festival Jalo Fest se presenta como una acción para apoyar a mujeres, pero trae a un cantante que normaliza el consumo de drogas y romantiza el estilo de vida del narco, que perpetúa discursos violentos contra nosotras”, declaró Loaiza Servín, al señalar que este tipo de espectáculos son incompatibles con una verdadera política de derechos humanos.
En entrevista con Contramuro, la activista denunció además que se recurra a la caridad para abordar una problemática estructural como la pobreza menstrual.
“La menstruación no debe ser una moneda de cambio ni una excusa para legitimar campañas de marketing político. Se necesita una estrategia estatal, con enfoque interseccional y feminista, que garantice acceso gratuito a productos de gestión menstrual y educación digna”, sostuvo.
Para la RedCoFem, el uso de figuras mediáticas que cosifican a las mujeres y glorifican la violencia envía un mensaje contradictorio y peligroso: se promueve la dignidad menstrual al tiempo que se normaliza su contrario.
“No es coherente hablar de transformación social y al mismo tiempo abrir espacios a quienes perpetúan la violencia que enfrentamos las mujeres día a día”, concluyó.