El denominado visado K, anunciado en agosto e introducido este mismo miércoles, permite a titulados en disciplinas científicas y tecnológicas entrar, residir y trabajar en China
Pekín, China. - China ha lanzado un nuevo visado diseñado para atraer a jóvenes graduados foráneos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, una medida que ha suscitado debate sobre sus posibles efectos en el mercado laboral y que se produce en pleno endurecimiento de las condiciones para trabajadores extranjeros en Estados Unidos.
El denominado visado K, anunciado en agosto e introducido este mismo miércoles, permite a titulados en disciplinas científicas y tecnológicas entrar, residir y trabajar en China incluso sin contar con una oferta laboral ni con una carta de invitación.
La Cancillería china explicó este lunes que el objetivo de la medida es "fomentar el intercambio de talento científico entre China y otros países".
El portavoz Guo Jiakun señaló en una rueda de prensa que los consulados y embajadas divulgarán próximamente la información sobre los trámites, las tasas y los criterios específicos de selección.
Debate en redes
En los últimos días, la medida ha provocado polémica en las redes sociales de China, cuya tasa de desempleo juvenil registró en agosto máximos de los últimos dos años debido a la ralentización económica y a la dificultad para acceder al mercado laboral, a pesar de que Pekín cambió su método de cálculo a finales de 2023 después de que marcase una cifra récord.
Las etiquetas ('hashtag') sobre el tema acumulaban en la red social Weibo -similar a X, bloqueado en China- millones de visualizaciones y cientos de miles de comentarios.
"Encontrar trabajo ya es difícil para los graduados universitarios en China. Muchos no reciben respuesta tras enviar sus currículos, o incluso se ven obligados a aceptar trabajos no relacionados con su especialización. El visado K podría permitir la entrada al país de extranjeros sin verdadero talento", criticaba un usuario de Weibo.
El reportero Hu Xijin explicó en su cuenta oficial en esta plataforma que el visado "restringe las especializaciones a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas" y exige solicitantes de instituciones internacionales "de renombre", por lo que "no se concederá a cualquiera".
"Me cuesta creer que el visado se vaya a convertir en un proyecto diseñado para ayudar a extranjeros desempleados a encontrar empleo en China", apuntó.
Sin embargo, numerosos comentaristas en Weibo creen que será difícil que las autoridades verifiquen de forma exhaustiva títulos expedidos fuera de China de cada aspirante y advierten de la posible aparición de agencias dedicadas a facilitar trámites sin garantizar la calidad de los candidatos.
Cambios en Estados Unidos
El lanzamiento del visado K coincide con cambios en la política migratoria estadounidense. La Administración del presidente Donald Trump planteó en septiembre imponer una tasa de 100.000 dólares anuales a las nuevas solicitudes de visados H-1B, que cada año se conceden a 85.000 trabajadores cualificados mediante sorteo.
La propuesta podría desalentar la llegada de profesionales extranjeros a EE. UU., en contraste con el enfoque adoptado por Pekín y en un contexto de intensa rivalidad entre ambas potencias en los ámbitos tecnológico y científico.
"Antaño, países como Estados Unidos se consideraban el 'destino final' de los flujos globales de talento", afirmó esta semana en un editorial el diario oficialista Global Times, que agregó que "hoy en día, China también se está convirtiendo en un centro de talento internacional".
Según Zhou Xinyu, profesor de la Universidad Renmin de Pekín, citado por el diario hongkonés South China Morning Post, "no captar este tipo de talento debilitaría la competitividad tecnológica de China e impediría a sus instituciones y empresas aprovechar plenamente su potencial".
Si jóvenes de países como la India "estudian y obtienen títulos en los mejores programas de ciencias de Estados Unidos, adquieren experiencia laboral en empresas estadounidenses de alta tecnología" y "desean buscar mayores oportunidades de desarrollo en China, creo que merecen ser bienvenidos", zanjó, por su parte, Hu Xijin.