El Vaticano se preparó para vivir un hecho histórico: la canonización de Carlo Acutis, un adolescente que falleció en 2006 y cuya vida ha inspirado a millones de personas en todo el mundo; su reconocimiento como santo rompe moldes dentro de la Iglesia Católica, al tratarse del primer millennial que alcanzará ese título.
Acutis, nacido en 1991 en Londres y criado en Milán, demostró desde muy pequeño una profunda devoción religiosa que sorprendía incluso a sus propios padres, quienes no eran practicantes. Más allá de su fe, se distinguió por su habilidad con la tecnología, la cual utilizó para crear una plataforma digital en la que documentó milagros eucarísticos de distintos lugares del planeta.
Su muerte a los 15 años a causa de una leucemia fulminante no apagó el impacto de su testimonio, con el paso del tiempo, su figura comenzó a ganar reconocimiento, especialmente entre jóvenes católicos que ven en él un referente cercano, alguien capaz de demostrar que la espiritualidad también puede vivirse en la cotidianidad moderna y a través de las herramientas digitales.
La Iglesia reconoce en su historia dos milagros que fueron clave para avanzar en su proceso de canonización: la curación de un niño en Brasil y la recuperación de una joven en Italia tras un grave accidente. Estos sucesos, declarados sin explicación científica, permitieron que el Vaticano aprobara su paso de beato a santo.
La figura de Carlo Acutis ha sido descrita como la de un “influencer de la fe”, un joven que no solo practicaba la religión, sino que la comunicaba en un lenguaje accesible para nuevas generaciones. Su canonización representa también un gesto simbólico de la Iglesia en su intento de acercarse a los jóvenes en tiempos donde la tecnología y la inmediatez digital marcan la vida cotidiana.
El 7 de septiembre de 2025, en la Plaza de San Pedro, la ceremonia de canonización presidida por el papa León XIV será, para muchos creyentes, la confirmación de que la santidad puede expresarse de formas distintas a las tradicionales y que la fe sigue encontrando nuevos caminos en la modernidad.
Fuente: National Geographic