Además de la problemática con cocodrilos, en Michoacán también se impulsan acciones para proteger especies emblemáticas como el puma y el jaguar, mediante el uso de fototrampas y estudios científicos

Ashley Rodríguez / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. – Al hacer un llamado a la ciudadanía para evitar invadir hábitats naturales y respetar la vida silvestre, Alejandro Méndez López, Secretario de Medio Ambiente precisó que no considera que la cacería furtiva sea la solución a los cocodrilos que se encuentran en las zonas costeras de Michoacán.

“No creemos que la cacería furtiva sea la solución, en todo caso habría que buscar un lugar donde confinarlos, pero sobre todo buscar medidas de protección”, señaló en un encuentro con medios de comunicación.

Alejandro Méndez López, explicó que se está reforzando la concientización ciudadana para evitar ataques o accidentes provocados por la cercanía entre seres humanos y estos reptiles.

“Ahí es donde más se acerca la gente, más se expone y donde hay más accidentes”, advirtió el funcionario, al señalar que la caza de cocodrilos no es una solución viable ante este tipo de problemáticas.

Estas declaraciones se dan después de que el pasado 18 de julio en la comunidad de Barra de Santa Ana en Lázaro Cárdenas, un menor de 14 años de edad perdiera la vida tras caer al agua y ser atacado por cocodrilos frente a sus seres queridos.

Autoridades estatales intensificaron las acciones para proteger los ecosistemas costeros de Michoacán, particularmente en zonas como Barra de Pichi y Barra Santa Ana, donde se ha reportado mayor interacción entre cocodrilos y personas, generando situaciones de riesgo que requieren atención inmediata y medidas preventivas.

Los manglares, hábitats clave para los cocodrilos

Así mismo, recordó que los cocodrilos que habitan en la costa michoacana, especialmente en las zonas de manglar, forman parte de un ecosistema vital que cumple funciones esenciales para el medio ambiente y la actividad pesquera.

“Los manglares son vitales para la protección del puerto y para que haya pesquería. Son ecosistemas de transición, muy importantes para los ecosistemas marinos y terrestres; tenemos que protegerlos”, afirmó el secretario.

La presencia de cocodrilos en estas zonas responde a su hábitat natural. Sin embargo, el aumento de actividades humanas cerca de los manglares ha derivado en mayor exposición y conflictos. En años recientes, se han documentado ataques o avistamientos cerca de asentamientos humanos, por lo que la vigilancia y educación ambiental se vuelven prioritarias.

Confinamiento, monitoreo y educación: alternativas ante los riesgos

Aunque el tema de ataques ha generado inquietud entre pobladores y turistas, el gobierno estatal insiste en que la eliminación de estas especies no es una medida sustentable. En cambio, se trabaja en estrategias para su confinamiento temporal, evaluación científica y campañas de educación ambiental dirigidas a comunidades locales.

Estas medidas van de la mano con el fortalecimiento de acciones interinstitucionales entre el gobierno del estado, autoridades ambientales federales, instituciones académicas y la sociedad civil. En particular, se busca que pobladores reconozcan las señales de peligro, respeten los hábitats y eviten prácticas como la alimentación o provocación de cocodrilos, que alteran su comportamiento.

Estrategias para proteger al puma y al jaguar

Además de la problemática con cocodrilos, en Michoacán también se impulsan acciones para proteger especies emblemáticas como el puma y el jaguar, mediante el uso de fototrampas y estudios científicos en coordinación con el ICTI, COFOM y el Comité de Biodiversidad.

“El puma es más resiliente que el jaguar, pero de todas maneras son especies que tenemos que proteger. Se están usando fototrampas y otras medidas para cuantificar la población y definir acciones.”

Michoacán alberga al menos seis especies de felinos silvestres: jaguar, puma, jaguarundi, ocelote, tigrillo y gato montés. Mientras el jaguar requiere hábitats extensos y poco perturbados, el puma es más adaptable, aunque igualmente vulnerable en zonas fragmentadas

El funcionario explicó que la coordinación con investigadores y autoridades públicas permite avanzar en el monitoreo y protección de estas especies prioritarias dentro del estado.

Según estudios recientes, se han detectado avistamientos del jaguar en la costa nahua de Michoacán, aunque aún no se cuenta con censos poblacionales definitivos.

En este marco, el secretario recordó que la posesión de animales silvestres como mascotas está prohibida y representa un alto riesgo.

“Para tener un animal de esos se debe contar con un permiso especial de Semarnat. No es recomendable porque se pueden dar accidentes, como el caso del tigre en Peribán”, concluyó.