Este día es una fecha proclamada por las Naciones Unidas para concienciar al público sobre el riesgo de impacto de asteroides y la importancia de la investigación científica sobre estos cuerpos celestes.

La fecha no es casual: recuerda el evento de Tunguska, ocurrido en Siberia el 30 de junio de 1908, cuando un asteroide o cometa explotó en la atmósfera, arrasando más de 2,000 km² de bosque. Aunque no causó muertes directas, sigue siendo el mayor impacto cósmico registrado en tiempos recientes.

El objetivo de esta efeméride es informar, educar y fomentar la cooperación internacional para prevenir futuros impactos. La comunidad científica trabaja activamente en detectar objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) y en desarrollar tecnologías para desviarlos si fuese necesario.

Este día también busca despertar el interés de la sociedad en la astronomía, la ciencia espacial y la protección planetaria. Instituciones, observatorios y agencias espaciales como la NASA, la ESA o la Agencia Espacial Mexicana suelen realizar actividades, charlas y transmisiones en vivo.